viernes, 17 de abril de 2009

CHRISTINA ROSENVINGE



Chord.


Cuando era pequeño tenía uno de esos pequeños órganos electrónicos que te mandaban en el colegio para la clase de música. Primero tuve uno pequeñito, un PT-5 o algo así,pero luego tuve otro, un Casio PT-100, mucho mejor que el primero, más grande y con más sonidos. Una de las opciones se llamaba “chord”. Pulsabas las teclas y sonaban unos acordes sintetizados maravillosos. Así que dejaba pulsada una sola tecla diez o quince segundos y escuchaba la ligera distorsión. Lo combinaba con otras teclas y el acorde era mucho más masivo. Muy parecido a lo que suena al principio de Distorting a Code, de Spinnerette.
Recuerdo los videoclips de A-ha y Durán Durán, uno en el que un tio estaba atado al aspa de un molino mientras cantaba, y de forma cíclica el molino sumergía la cabeza del tipo en el agua. El Colgado. La Rueda de la Fortuna, La Torre. Recuerdo la primera vez que fui a un videoclub. Alquilamos “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” y “La Jungla de Cristal”. Recuerdo el primer programa que grabé en televisión, un documental sobre osos polares en Alaska, de National Geographic. Recuerdo que la grabación tenía que empezar a las 15:30 y así lo hizo. Magia.

C:\prince\prince megahit

SHIFT+V= Vida
SHIFT+L=Subir nivel
SHIFT+K=Matar

Confieso que, en cuanto lo descubrí salté hasta el Visir con SHIFT+L, y a la primera que me enseñó la espada hice

SHIFT+K


Magia.
Los fines de semana con mi Spectrum, viendo rayitas al cargar, ese sonido irritante tan parecido al chord del PT-100, cagándome de miedo con el Nosferatu.
LOAD” “ (Intro).
Play.

Magia.

Christina Rosenvinge saliendo de un cuadro de Delville.