martes, 18 de septiembre de 2007

Se elegante, bastardo

Foto: Interior de un aula del colegio El Salvador (actualmente abandonado). Valladolid.




Que fácil es quedar bien y decir mil chorradas cargadas de poesía. La sinceridad se convierte en máscara cuando es utilizada como arma. Una sinceridad eufémica, atenuada, suavizada, falsa, tan falsa como cualquier mentira, pero teñida de su luminosa capa de Verdad, tan deslumbrante que incluso llegas a creer que es cierto (tú,tú, el falaz). Una sinceridad que se burla de si misma, una sonrisa de cariño y comprensión que es una mueca muerta y sucia. Una sinceridad tan venenosa como la más retorcida de las falacias.
Lo hago por tí, pero estaría faltando a la verdad si dijera que no lo hago principalmente por mí. Qué fácil y que sincero ha sido todo. Mierda, pero a menos se elegante, bastardo.

p.d.: Que nadie se de por aludido, el contenido de este post es completamente ficcional, cualquier parecido con la realidad serán ralladas o remordimientos o vete tu a saber qué.

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